Nueva York es un destino colosal. Todo es grande, inmenso. Desde los edificios, a las distancias a pie, pero, sobre todo, hay una grandiosidad forjada en la teatralidad familiar de un escenario que el cine ha convertido casi, casi, en calles de nuestro barrio.

Central Park, la Quinta Avenida, el MOMA, el Empire State Building, la Torre Chrysler, Manhattan, Queens, palabras que conocemos y que están afincadas en nuestra memoria como iconos.

Pero, de entre todos esos iconos, el que me resulta más atractivo es el de la Estatua de la Libertad, levantada en la Liberty Island en 1886, un regalo de la nación francesa a Estados Unidos en la conmemoración del primer centenario de la república.

Hoy es Patrimonio de la Humanidad  de la Unesco y se puede visitar dentro de los recorridos de rutas exclusivas en la Gran Manzana como las que ofrece el portal Nuevayork.travel. Pica en el siguiente enlace para conocer la más espectacular de todas, un viaje en helicóptero por Nueva York.

La Estatua de la Libertad es una estructura de cien metros de altura, sobre una base que hace de pedestal, en la que una figura femenina alza una antorcha para iluminar el camino de la libertad. La figura es obra del ingeniero Frédéric Auguste Bartholdi, el armazón o estructura metálica interna es del padre de la Torre Eiffel, Auguste Eiffel, y en su diseño y selección de materiales participaron importantes técnicos de su tiempo. La época de las grandes construcciones de hierro colado y acero.

Siempre me había llamado la atención el rostro solemne de la Estatua de la Libertad. Sin embargo, nunca tuve la sensación de que correspondiera a una imagen idealizada. No es que la cara me pareciera común, pero había una dedicación a los detalles que me pareció tomada del natural.

Y buscando información aquí y allá, di con la respuesta. Sí, la Estatua de la Libertad es un retrato auténtico, para unos es el de la madre del autor, Charlotte Bartholdi, para otros, en cambio, el de Isaac Singer, una de las cinco mujeres del inventor de la máquina de coser, el industrial norteamericano, Isaac Singer. Para que te hagas una idea, he colocado el retrato de Isabella Boyer en la entrada de este comentario. Sí, es cierto, se parece mucho.

La Estatua de la Libertad representa una forma de ver Nueva York, con las vistas que ofrece su mirador de la corona, a más de setenta metros del suelo. Vistas al skyline de la Gran Manzana, vistas a la bahía, a Manhattan, a la Isla de Ellis y a la desembocadura del Hudson.

Un lugar emblemático donde los haya para una estancia en la ciudad que se puede completar con un alojamiento en Nueva York, con encanto y a un precio realmente económico. Échale un vistazo a las ofertas de pequeños hoteles en Nueva York del comentado portal Nuevayork.travel y verás. Pica aquí.

Nueva York, el verdadero rostro de la Libertad.

Estatua de la Libertad Wikipedia Creative Commons by Owen
Estatua de la Libertad

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/us/new-york.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Nueva York: http://www.guias.travel/ver-tours/?Nueva-York/d687-ttd
Guía de Nueva York: http://www.nuevayork.travel

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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